Desesperada, pero segura. Convencida de lo que desea. Yo no quiero un bebé. Estoy embarazada. nos tomamos las manos. Nos abrazamos, lloramos. Dijo, tengo miedo. No quiero morir en el intento A su alrededor tres niñas nos miraban eran pequeñas, eran seguiditas. Una tras otra, cada año una. las cuatro amontonadas en una pieza viviendo todo el año con frío. ¿Que hago? Volvió a preguntar ¿Y si me muero? San