Mi niña marrón aprendió a sentirse fea
A no quererse, aprendió a odiarse.
Lo fue aprendiendo al ver las muñecas siempre blancas y de pelo amarrillo
Mi niña marrón aprendió a querer ser blanca
A querer tener otro apellido porque el propio evocaba lo indígena.
Mi niña marrón hubiese querido que su familia baje de un barco proveniente de Europa.
Es que al parecer no había historia indígena aunque su sangre está aquí desde el origen de los tiempos.
Mi niña marrón pensaba que ser cantante o actriz no era un sueño posible.
Mi niña marrón aprendió que las marrones en la tele son trabajadoras del hogar.
Mi niña marrón aprendió a sentirse fea.
Sin ser nunca dama antigua, nunca se le ocurría ser la reina de la belleza.
A mi niña marrón le diría
Que no se avergüence de ser marrona, de tener un apellido indígena, que levante la mirada y no se calle, que el color piel también es el marrón, que sus rasgos son hermosos, que su nariz, su cabello negro y grueso evocan la historia viva, que nadie es mejor que nadie, nadie te puede maltratar y si eso pasa, quiero que cuentes conmigo.
Niña marrón
Sos libre y hermosa.
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El racismo no es algo nuevo, las situaciones de discriminación suceden desde hace mucho tiempo y lo mejor que podemos hacer no es evitar tratar el tema, sino hablarlo, darle voz al silencio, darle la oportunidad a los niños, niñas y adolescentes para hablar y ser escuchados.
Ser claro y directo, acompañar las charlas con datos históricos, biográficos, todos tenemos una historia y debe ser revalorizada y es importante que hablemos de las tradiciones, los apellidos, el camino que cada familia realizó para llegar a donde está.
Muchos crecimos para intentar ser esas personas, que nos hubiese gustado que nos dijeran que tenemos fuerza y poder, crecimos a la luz y el abrazo de muchas personas que desde su historia lucharon y resistieron por un mundo mas habitable.
Por ello en este día de niño, niña y niñe recordamos que la lucha contra el racismo tiene que también estar enfocada en las infancias libres, que tenemos que escuchar más y luchar por un futuro con las mismas oportunidades de acceso para todos, todas y todes.
Ph : Romina Luna
Texto: Sandra Hoyos